Hope Hicks, exdirectora de comunicación con Donald Trump, vuelve a la Casa Blanca después de casi dos años de ausencia, un regreso anunciado por el propio entorno del presidente que ha sacudido Washington.
Parece que Trump, consciente de que la precampaña alcanzará su momento decisivo a partir de marzo y sabedor de que los demócratas incrementarán la presión sobre sus acciones, quiere recrear el escenario victorioso de hace cuatro años, cuando logró sobreponerse a la hostilidad de su propio partido, el desdén de los medios y las encuestas en contra.
Hicks será de esta manera a partir de ahora la encargada de asesorar al principal asesor del presidente, Jared Kushner, que en un comunicado ha celebrado la dedicación y fe de Hicks en el presidente.
Hicks fue obligada a abandonar el Gobierno en marzo de 2019, después de testificar ante el Comité de Inteligencia del Congreso a cuenta de la trama rusa que investigaba el fiscal especial, Robert Mueller. De aquel aunto, el presidente Trump salió bien parado, pero no la joven que, con apenas 26 años, había entrado en el Gabinete gracias a su cercanía con Ivanka Trump.
La joven fueinicialmente consejera en cuestiones de moda y vestuario de la hija del entonces candidato, contratada por las empresas del magnate Rubert Murdoch. En su momento explicó que abandonaba porque pensaba que había cerrado una etapa, pero cuando se fue, era la tercera directora de comunicaciones de la Casa Blanca que presentaba la dimisión en dos años.
Trump ve en ella la clase de energía sin destilar y pasión ciega propia de los jóvenes antes de malearse, una seguidora leal en el mundo proceloso y turbulento de la alta política, y una feroz guardiana de sus intimidades, por más que al final fuera acusada de indiscreción.
