Lee Cain, hasta la fecha director de Comunicación del primer ministro británico, Boris Johnson, ha renunciado a su cargo después de que los medios informaran de que había amargas discusiones en el corazón del Gobierno sobre un plan para nombrarlo jefe de Gabinete en Downing Street.
Cain había trabajado con anterioridad para Johnson cuando este fue ministro de Exteriores y durante la campaña Vote Leave para el referéndum sobre el abandono del país de la Unión Europea.
El propio Cain ha expicado en un comunicado que "tras una cuidadosa consideración, he renunciado como director de Comunicación en el Número 10 de Downing Street y dejaré el cargo a finales de año", al tiempo que declaraba que "ha sido un privilegio trabajar como asesor de Johnson durante los últimos tres años, ser parte de un equipo que lo ayudó a ganar el concurso de liderazgo conservador, asegurar la mayoría conservadora más grande durante tres décadas, y fue un honor haber podido servir como jefe de personal del primer ministro".
En el comunicado, Lee señala que se marcha a pesar de que le ofrecieron el puesto vacante de jefe de Gabinete. El caso es que la noticia de este posible nombramiento había provocado consternación entre algunos parlamentarios, algunos ministros y otros miembros del Gobierno, de forma que una fuente del partido incluso sugirió a la BBC que la prometida de Johnson, Carrie Symonds, tenía dudas por las críticas que ha cosechado la comunicación del Ejecutivo debido a la pandemia del coronavirus.
Está previsto que Lee abandone formalmente su cargo el próximo mes, y se espera que sea reemplazado por el portavoz principal del primer ministro, James Slack.
