Una vez que Trump tome los mandos de la Casa Blanca, es posible que tanto blogueros como presentadores de radio puedan acudir a las ruedas de prensa del presidente. Se trata de una propuesta verdaderamente anómala que podría acabar con las ruedas de prensa del Ala Oeste.
El elegido por Trump para ocupar la jefatura de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha asegurado que debido al interés "desmedido" que suscita la nueva Administración, el presidente electo estaba considerando mudar las ruedas de prensa de la sala James S. Brady (sala que han utilizado todos los presidentes desde 1970 para informar a los medios) a otro sitio con más capacidad.
Según apuntaba este sábado la revista Esquire, el lugar elegido podría estar dentro del Edificio de la Oficina Ejecutiva de Eisenhower, justo al ala oeste de la Casa Blanca. "Sé que los cambios a veces son difíciles", ha declarado Spicer, "pero a veces los cambios son lo mejor". Spicer explicó que la respuesta significaría "poder contar con más gente, ser más transparente y accesible".
Sugirió que esto significaría que medios que tradicionalmente no forman parte de los equipos de prensa que cubren la Casa Blanca podrían también realizar preguntas durante las ruedas de prensa de Donald Trump. "Hay muchos presentadores de radio y blogueros que, en estos momentos, no caben y quizá no tengan una permanencia porque no son parte de la élite mediática de Washington", comentó Spicer. "Permitirles que puedan preguntar al presidente es algo positivo. Es más democrático".
Unos 200 periodistas forman el cuerpo de prensa de la Casa Blanca. La sala de prensa Brady tiene 49 asientos para los principales medios de comunicación. La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHAC, por sus siglas en inglés) es la que concede los sitios.
Todavía no está claro cómo se pondría en marcha esta propuesta, pero es bastante probable que se vea como un reproche hostil hacia los medios convencionales del país.
Jeff Mason, presidente de la WHCA y corresponsal de Reuters en la Casa Blanca, ha comentado que tuvo un encuentro de casi dos horas "provechoso" con Spicer, en el que este "enfatizó en la importancia de la sala de prensa de la Casa Blanca" y su proximidad con las fuentes del Ala Oeste. "Dejé claro que la WHCA vería inaceptable que la Administración entrante pretendiese sacar a los periodistas de la Casa Blanca fuera de la zona de trabajo para prensa que hay detrás de la propia sala", explicó Mason en un comunicado.
Trump ha atacado una y otra vez a determinados medios de comunicación y, en ocasiones, a periodistas con nombres y apellidos, furioso por las informaciones de un informe filtrado que denunciaba contactos frecuentes entre su equipo de campaña y las autoridades rusas, y que sugería que el Kremlin contaba con material comprometedor que podría utilizarse para chantajear a Trump.
La campaña del presidente electo atrajo un firme apoyo por parte de muchos presentadores de radio conservadores y páginas de Internet que apoyan teorías de la conspiración, como por ejemplo la de Alex Jones de InfoWars. Durante su campaña, Trump dio el paso nunca antes visto de aparecer en la web de Jones, conocido por ser el medio conservador que apoya teorías conspiranoicas más importante de EEUU.