
Por primera vez en la historia, un presidente dejaba callados a periodistas del New York Times, Washington Post, USAToday o Wall Street Journal. El gesto responde a la estrategia de comunicación que Obama consolidó durante la campaña electoral: los medios en otros idiomas, locales o de Internet pueden tener tanta fuerza al trasladar su mensaje como cualquier otro medio nacional.
Obama invitó a preguntar a una televisión en español y una revista afroamericana durante una rueda de prensa celebrada en horario de máxima audiencia. Y para que quede claro que está dispuesto a acercarse a todos, por la noche se dirigó a la audiencia de Univisión, el canal para los hispanos de Estados Unidos quue celebra sus premios de la música, y en la que el presidente ofrecerá un mensaje en español e inglés.
La Administración de Obama ha decidido mantener una política de "puertas abiertas" con los medios minoritarios estadounidenses. Su departamento de comunicación está constantemente en contacto con ellos y comparte información a diario sobre los movimientos del presidente. Sin embargo, éstas publicaciones todavía tienen dificultades económicas y de recursos para cubrir la Casa Blanca.
Denise Barnes, directora del periódico para la comunidad afroamericana de la capital, Washington Informer, cuenta con una redacción de 8 personas. Con sólo dos reporteros, no se puede permitir que uno de ellos pase el día entero esperando la rueda de prensa oficial.
Los medios en español también comparten esta situación. Si quisieran seguir intensamente lo que ocurre en la Casa Blanca, no podrían prestar atención a los temas que afectan a su propia comunidad; lo que hace que al final dependan de noticias de agencias para cubrir la información relacionada con Obama.
Unos 50 millones de personas consultan a diario uno de los más de 3.000 medios que cubren comunidades de inmigrantes, la mayoría de las veces en un idioma distinto al inglés. La audiencia de medios para inmigrantes asciende a un cuarto de la población estadounidense. Casi 50 millones de personas consultan a diario uno de los más de 3.000 medios que sirven a estas comunidades, la mayoría de las veces en un idioma distinto al inglés.
Los medios minoritarios reconocen y aprecian que Obama les haya abierto las puertas. Conocen en todo momento el horario del presidente así como los temas en los que está trabajando. Algunos miembros de la oficina de comunicación conceden entrevistas, algo que no había ocurrido en anteriores administraciones.
Pero a pesar de los esfuerzos realizados por la administración, miembros de los medios minoritarios todavía quieren más atención. Después de haber cubierto las presidencias de Clinton y Bush, denuncian que no recuerdan ninguna rueda de prensa tan "programada" como las de Obama. El único momento que tiene para salirse del guión es cuando responde a una pregunta. Pero incluso entonces no parece que haya mucho espacio para sorpresas.