El jurado popular, seis hombres y tres mujeres, ha decidido que Francisco Camps Ortiz, ex presidente de la Generalitat Valenciana, es inocente de un delito continuado de cohecho impropio. Cinco votos a favor, cuatro en contra. Ricardo Costa Climent, ex secretario general del PP valenciano, también. Idéntico resultado.
El juez Climent ha tenido que desalojar la sala por la incontenible celebración de la familia, los amigos y los seguidores del ex presidente. Isabel Bas, la esposa de Camps, rompía a llorar. Pese a que ninguno de los dos, ni Camps ni Costa, pudo probar el pago de sus prendas el tribunal tampoco ha encontrado pruebas suficientes de que fueran los cabecillas de las empresas de la llamada trama Gürtel los que las abonasen.
El jurado se ha apoyado en las dudas de Isabel Jordán, ex empleada de las empresas de Correa, que en su declaración no pudo ratificar sus sospechas de que los trajes eran para Camps y en las contradicciones del sastre José Tomás. No han encontrado vínculos entre los supuestos regalos y las adjudicaciones de la administración valenciana, más allá de una "relación comercial", y han dado más credibilidad a la declaración del escolta de Camps y de los funcionarios de la Generalitat o a los informes aportados por su defensa que al resto de pruebas.
Han encontrado demasiadas dudas en las diferentes pruebas exhibidas durante el juicio por las acusaciones y ante la duda, han optado por absolver a los acusados. Tampoco han tenido en cuenta la confesión de culpabilidad de Víctor Campos y Rafael Betoret.
El veredicto ha sido fiel al informe final del abogado Javier Boix, que vuelve a ganar una batalla para el PP. Su condena requería siete votos a favor. Su inocencia solo cinco. Tanto la Fiscalía Anticorrupción como la acusación popular, representada por el abogado del PSOE, mantuvieron durante el juicio que los dos acusados recibieron en función de su cargo los regalos pagados por Francisco Correa, Álvaro Pérez 'El Bigotes' y Pablo Crespo, cabecillas del entramado.