
El cara a cara entre el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain no llegó a superar en interés, sin embargo, al debate de los aspirantes a vicepresidentes, Joe Biden y Sarah Palin, que tuvo lugar la pasada semana con cifras próximas a los 70 millones de televidentes.
El primer debate televisado entre Obama y McCain atrajo a 52,4 millones de espectadores, una audiencia sensiblemente inferior al primero que sostuvieron en 2004 George W. Bush y su opositor demócrata John Kerry, que fue visto por más de 60 millones de personas.
El resultado de la segunda cita de los candidatos ante las cámaras fue un indicativo de que, cuando falta menos de un mes para los comicios, los postulantes a presidente de EE.UU. están captando la atención de los ciudadanos.
Esta circunstancia no se produjo con el segundo debate de 2004 entre Bush y Kerry, sobre el que decayó el interés y fue seguido por poco más de 46 millones de espectadores.
El público hispano de EE.UU. fue el que más creció con respecto al primer debate, un 34 por ciento, por delante del anglosajón, cuya audiencia subió un 21 por ciento y un nueve por ciento en el caso de la comunidad afroamericana.
Hasta la fecha, el debate electoral que suscitó más interés del público fue el que mantuvieron el 28 de octubre de 1980 el entonces presidente demócrata Jimmy Carter y quien lo sucedería en la Casa Blanca, el republicano Ronald Reagan.
Ese espacio fue seguido por 80,6 millones de personas a través de la pequeña pantalla.